Cercedilla Patrimonio cultural

Plaza de Toros
de Cercedilla

Creo que, tras leer esta historia, cada vez que nos acerquemos a la Plaza de Toros de Cercedilla la apreciaremos un poco más.

Historia de la Plaza de Toros de Cercedilla

Todos los vecinos de Cercedilla, y los que aun no siéndolo quieren a nuestro pueblo, presumimos, y con razón, de tener una extraordinaria Plaza de Toros, fija, toda ella de piedra, bien situada y con unas vistas preciosas en torno suyo. Pocos pueblos de nuestras características pueden hacer lo mismo.

Pero lo que no todos saben es que tras nuestra coqueta Plaza se esconde una de las historias más curiosas de Cercedilla, pues no se hizo de una forma corriente. Veamos…

Nos remontamos al año 1920

En España, en uno de los momentos políticamente más inestables: el hundimiento de la monarquía parlamentaria. En Cercedilla era alcalde D. Pantaleón de Francisco Martín, y había por aquel entonces una pequeña pero activa colonia veraniega, y parece ser (pues no contamos con fuentes de información directa) que había cierta inquietud por tener una Plaza de Toros, ya que había afición, incentivada por la existencia de ganaderías bravas en la localidad. Dicha inquietud culmina con la creación de una «Sociedad de Accionistas para la construcción de una Plaza de Toros», que se constituyó legalmente en Madrid, ante el notario D. Pedro Menor, el día 20 de diciembre de 1920, por escritura pública, con el nombre de SOCIEDAD EL PROGRESO.

Fue como veremos, una Sociedad curiosa, ya que, siendo privada, tuvo gran relación con el Ayuntamiento, pues el presidente y el secretario lo eran los del Municipio, y el propio Ayuntamiento adquirió algo más del 50% de las acciones emitidas. No obstante, el acta fundacional, estatutos y funcionamiento eran independientes del Ayuntamiento y el resto de las acciones estaban en manos de socios. 

A alguno le habrá llamado la atención lo de las acciones, pues sí, se emitieron acciones, un total de 500 de 100 pesetas, acciones nominativas, transferibles, según reza en las mismas. También se imprimieron fracciones nominativas de 25 pesetas (una serie de 250), cuatro de las cuales se podían canjear por una acción de 100 pesetas. Estas últimas eran para dar facilidades a los menos pudientes.

Se vendieron 406 acciones de 100 pesetas a 87 accionistas, más el Ayuntamiento que compró 221 de esas 406; y se vendieron 3 fracciones de 25 pesetas a dos accionistas más. Las acciones se empezaron a vender el 28 de enero de 1921 y las últimas se expidieron el 16 de septiembre de 1930.

Así, el capital inicial de la Sociedad «El Progreso» fue de 40.675 pesetas, si entendemos por inicial el adquirido mediante acciones, si bien se fue haciendo a través de 9 años como ya quedó indicado. En el primer año, 1921, se vendieron algo menos de 200 acciones, es decir, el capital inicial real no llegó a las 20.000 pesetas.

¿Cómo era y como funcionaba la Sociedad el Progreso?

No tengo en mi poder la escritura pública de constitución, por ello, me tengo que basar en los documentos que descansan en el registro del Excmo Ayuntamiento de Cercedilla.

Hay en dicho registro ocho actas de reunión, que van del 19 de junio de 1921 al 13 de agosto de 1932, en que se extingue tácitamente la Sociedad. Quizás hubo más reuniones, pero sólo hay actas de estas ocho.

En la del 19 de junio de 1921, figuran como presidente D. Pantaleón de Francisco Martín, como Gerente D. Antonio Andreu Relaño, como vocal D. Bernardo González Luengo y como secretario, el del Ayuntamiento, D. Antonino Esteban y Antón. En dicha reunión, se dice que la construcción de la Plaza está muy adelantada hasta el punto de estar construido el muro de cerramiento, que tiene 913,26 metros cúbicos, ocupando una superficie de 2.827,44 metros cuadrados y 350 metros cuadrados los corrales; y que, con el fin de poder iniciar ya festejos en dicha plaza y obtener beneficios, para terminar de construirla se autoriza al presidente a concertar un préstamo de 20.000 ptas. con el Banco Hipotecario de España. De dicho préstamo no tengo constancia escrita de que se llevara a efecto.

La siguiente acta corresponde a la Junta General de accionistas celebrada el día 25 de mayo de 1924, bajo la presidencia de D. Pantaleón de Francisco, en ella se da cuenta «…de los ingresos obtenidos y de los gastos hechos para la construcción de una Plaza de Toros». «También se dio cuenta de los débitos quedando enterada la Junta y acordándose para ir amortizándolos se saque a subasta en arrendamiento dicha Plaza de uno a cinco años sirviendo como tipo la cantidad de DOS MIL PESETAS ANUALES, y si esto no se consigue obteniendo el mayor beneficio posible, invirtiéndose la mitad de la cantidad en obras de reforma de la Plaza y la otra mitad para amortizar las deudas que existen.»

«Caso de no arrendarse, se cobrará como mínimo:

Por cada corrida de novillos   250 ptas.
Por cada becerrada                   150 ptas.
Por cada función de circo          50 ptas.
Por cada partido de fútbol        25 ptas.

«Según se viene haciendo, el arrendatario dejará libre la Plaza durante las Fiestas del Pueblo para dar en ella las corridas según costumbre.» 

 

 Una nueva Junta General, en esta ocasión extraordinaria, para renovación del Consejo de Administración de la Sociedad El Progreso, se celebra el 6 de julio de 1930. Se procede mediante votación secreta a renovar los cargos y con 21 asistentes, queda el nuevo Consejo de Administración configurado así:

Presidente: D. Victoriano Cáceres Estévez  20 votos
Gerente: D. José López Vargas  19 votos
Vocal: D. Francisco Gómez González (mayor)  19 votos
Secretario: D. Emilio Álvarez Carbajo 18 votos

A partir de aquí y por la lectura de las actas, se observa el progresivo deterioro de la Sociedad.

En la sesión del 7 de noviembre de 1931, se comunica el precario estado de salud del presidente D. Victoriano Cáceres, que dimite de su cargo. No se admite su dimisión, dándosele tiempo para que se recupere. En la siguiente acta de 18 de noviembre del mismo año, D. Victoriano da las gracias por la confianza del Consejo de Administración.

En el acta de la reunión del 2 de diciembre de 1931, se da cuenta de que el Ayuntamiento considera la posibilidad de hacerse cargo de la Plaza de Toros. Hay que aclarar que el Ayuntamiento hace esta consideración a instancia de D. Antonio Navarrete Samper, accionista, que en un escrito de 9 de septiembre de 1931, expone «que dado que el Ayuntamiento posee más del 50% de las acciones, que la situación financiera de la Sociedad El Progreso no es buena y las circunstancias políticas del momento (llegada de la República), se haga cargo el Ayuntamiento de la Plaza de Toros y adquiera las acciones que están en manos de particulares; propone asimismo que si no tiene dinero para hacerlo, vaya comprándolas devolviendo el importe por medio de abonos de agua, recibos de luz (recordemos que ya funcionaba la fábrica municipal), etc.»

Una muestra del deterioro progresivo de la Sociedad es esta acta de 30 de diciembre de 1931, en la cual se comunica la pérdida de un juicio interpuesto por D. Manuel Pérez, carpintero de la localidad, por el impago de parte de sus trabajos, condenando el juez a la Sociedad a efectuar el pago. Como el actual Consejo de Administración consideraba que ya estaba pagado, traslada la responsabilidad al anterior presidente, D. Pantaleón de Francisco, que lo era en el momento de formalizarse la deuda.

El acta de 13 de agosto de 1932 es la última que existe en el Registro y en ella se acuerda firmar la escritura de cesión al Ayuntamiento.

La entrega se hace el día 18 de octubre de 1933 y la transcribo literalmente:

Acta de entrega

En la villa de Cercedilla, a dieciocho de octubre de1933, en virtud de haber sido disuelta la Sociedad para la construcción de una Plaza de Toros, denominada «El Progreso» y cedidos todos sus bienes al Ayuntamiento de esta localidad según escritura otorgada ante el notario de Robledo de Chavela D. José Sánchez Carrillo en doce del corriente mes, se reunieron en la Casa Consistorial y su Sala capitular a las once horas y treinta minutos D. Victoriano Cáceres Estévez y D. Blas Sanz de la Mata, como Presidente y Secretario respectivamente de la extinguida Sociedad «El Progreso» y D. Tomás Montalvo Romero y D. Antonino Esteban y Antón, Alcalde-Presidente y Secretario por su orden de la Corporación municipal, con el fin de efectuar la entrega en forma legal del expresado inmueble y sus dependencias, libros de contabilidad y cuantos bienes posee en este acto la expresada Sociedad y que son los que se enumeran a continuación:

  • Una escritura pública de constitución de dicha Sociedad otorgada con fecha 20-12-1920, ante el Notario de Madrid D. Pedro Mena.
  • Un inmueble y dependencias sito en el Barrio de San Antonio, destinado a Plaza de Toros y otros espectáculos.
  • Un libro talonario de quinientas acciones de 100 pesetas cada una, del que han sido expedidas del núm. 1 hasta la núm. 406 inclusive, no habiendo sido retiradas por los respectivos accionistas los números 75, 76, 77, 210, 361 y 363; resultando, por lo tanto, una diferencia de 400 acciones expedidas quedando adheridas a dicho talonario cien acciones.
  • Otro libro talonario de 250 acciones de 25 ptas. cada una del que únicamente falta la núm. 1 expedida a nombre de D.’ Julia Arregui.
  • Un libro de Caja con un resumen final autorizado por los expresados comparecientes representantes de la extinguida Sociedad con fecha doce de octubre actual, del que aparece un saldo existente a favor de QUINIENTAS CINCUENTA Y UNA PESETAS TREINTA CÉNTIMOS, presentación del Ayuntamiento.
  • Dos libros de actas de 100 folios, de los que han sido utilizados los cuatro primeros de cada uno. Uno «Mayor» de 101 folios con diligencia de cierre extendía por el Juzgado municipal de esta villa al folio 11 y cinco legajos de justificantes de pago y relación de ingresos, conteniendo los efectuados y habidos desde la fecha de constitución de la tan citada Sociedad.

Dándose por terminada esta acta, que después de leída hallándose conforme, firman todos los señores asistentes por duplicado en la fecha y lugar al principio indicadas.

Firmas del acta de constitucion

Construcción de la Plaza

Se ubica en el lugar denominado «Cerrillo de San Antonio». La Plaza no se construye de una vez, sino que se hace una construcción elemental y posteriormente se va reformando; estas reformas han continuado hasta la actualidad, recordemos que en estos cuatro últimos años se han hecho la nueva enfermería y las instalaciones que ocupa la Remonta.

Pero la construcción a cargo de la Sociedad El PROGRESO empieza, según relación de jornales, el 31 de enero de 1921. No es una empresa quien la hace, sino que la Sociedad nombra un encargado, que fue EDUARDO GUTIÉRREZ y acudían a trabajar aquellos que estaban libres en cada momento, no siendo fijos los jornaleros ni el número de ellos, que variaba considerablemente de unas épocas a otras. Trabajaban todos los días, inclusive domingos, y el encargado al final de la semana correspondiente daba un parte con los jornaleros y los jornales (días trabajados) echados por cada uno de ellos, así como del material y herramientas empleados.

Es curioso observar cómo en aquella época había un alto número de hombres sin trabajo fijo, pues a la construcción de la Plaza iban alrededor de cuarenta y cinco obreros que de siete días de la semana trabajaban dos, cuatro, cinco, cinco y medio, seis, etc., ¿Qué hacían los días que no iban? Pues supongo que sería por inclemencias del tiempo; ejemplo curioso es el miércoles 17 de mayo de 1921, en el que los que van trabajan un cuarto de jornal, otras veces tendrían un trabajo mejor pagado, otras atenderían sus huertos, irían a por leña, etc. Cuando empieza el verano se observa que hay más trabajo en el pueblo y el número de jornaleros llega a descender en julio y agosto a 15 ó 20 personas, es decir, a menos de la mitad. Cuando el verano pasa las listas, aumentan en número.

Había obreros más especializados que otros, se deduce de la diferencia en el precio del jornal que cobraban; este precio oscila desde 1,50 ptas. diarias el más bajo, 2,75, 3,75, 4, 5, 6, 7, 8, 8,25 y 9 ptas. el más alto; el encargado cobraba 6 ptas. diarias. Creo que hay que referir que con jornal de nueve pesetas había dos operarios: Antonio Álvarez y José Estévez; debían de ser dos fenómenos en su oficio.

Los trabajos de construcción de lo que podríamos llamar fase principal, acaban en 1928, aunque lo elemental de la Plaza se terminó en 1922, ya que, en julio, precisamente el día 22, se celebró un festejo taurino del que hablaremos más adelante. 

¿Cuanto costó la Plaza de Toros?

Hay un dato, orientativo en los papeles de Registro Municipal, en las cuentas de la sociedad a día 11 de septiembre de 1930, en el que se puede leer que se han gastado 54.077,73 ptas.

Pero, ¿de qué constaba la plaza? Es decir, ¿a qué instalaciones correspondía ese dinero? He aquí el inventario que la sociedad presenta a un arrendatario: «La Plaza consta de:

  • Muro interior de ruedo.
  • Muro exterior de cerramiento. (El terreno no tenía muro, era un terraplén).
  • Una puerta de entrada principal.
  • Tres puertas de entrada a los tendidos 2-3 y 4.
  • Una puerta de entrada para toreros y servicio.
  • Una puerta de entrada a la enfermería.
  • Una ventana correspondiente a esta.
  • Diez y ocho puertas de los toriles.
  • Una puerta de dos hojas para el arrastre de los toros.
  • Ocho burladeros.
  • Veintinueve barras de hierro para la colocación de la maroma.
  • Una maroma.
  • Trece cordelillos para abrir las puertas de los toriles.
  • Tres palcos, incluido el de la Presidencia.
  • Siete gorras.
  • Once filas de tendidos desde la puerta de entrada del tendido número 4 a la puerta de entrada principal.
  • Doce filas de tendidos desde la puerta de entrada principal a la puerta de entrada del tendido número 2.
  • Once filas de tendidos desde la puerta de entrada del tendido número 2 a la puerta de entrada del tendido número 3.
  • Once filas de tendidos desde la puerta de entrada del tendido número 3 a la puerta de arrastre de los toros.

ANECDOTARIO

Algo que llama la atención es la falta de datos sobre el acuerdo que hicieran la Sociedad “El Progreso” y el Ayuntamiento sobre el terreno donde se habría de construir la Plaza. Es de suponer que el terreno sería municipal, y que la Corporación de aquel entonces tendría que dar alguna forma legal a la cesión, aportación o venta de dicho terreno, pero no hay ningún dato que aclare cómo fue hecho. Lo más lógico es que fuese aportación, ya que iba a ser una construcción de interés público, que, de alguna manera, se suponía que con el tiempo pasaría a manos del Municipio.

Dibujar el proyecto, en el año 1921, costó 50 pesetas.

Materiales empleados, a título de curiosidad, sacados de las relaciones que el encargado hacía. También relacionaré a los proveedores, porque creo que añade nuevos datos de las personas y trabajos que en Cercedilla había en los años veinte:

«Abuzaduras (aguzaduras) de picos y pistolos: nada menos que I.022 hechas por Laureano Hortal y más tarde por Anastasio Hortal.

La dinamita se traía de Alpedrete del Enebral, del depósito de D. Fco. Antonio Montalvo y se gastaron 38 paquetes, 5 mazos de mecha y 10 cajas de detonadores.

Se compraron 8 cántaros para agua y 2 cantarillas; el precio de un cántaro era de 2 ptas. y la cantarilla 1 pta.

Una pala valía 5 ptas. y el traerlas desde Madrid en el tren 2 ptas. por cada una.

Se emplearon 541 fanegas de cal, con un precio aproximado de 4 ptas. la fanega y, curiosamente, un solo saco de cemento. 11 sacos de yeso negro. Se echaron 127 y cuarta huebras de piedra (para los no entendidos una huebra es el trabajo durante un día de un hombre y un carro tirado por bueyes acarreando material). Cada huebra se pagaba a 20 ptas. Los que echaban huebras por aquel entonces eran: Apolinar Gutiérrez, Manuel Martín, Manuel Fernández, Máximo Morales, Tomás González, Bernardo González, Cándido Alonso, Francisco Gómez y Eusebio Berrocal Felipe Berrocal, Modesto Herranz y Félix Gómez. Para el desmonte de la tierra hicieron falta 37 huebras y media.

Los meses de marzo y abril de 1921 son los de mayor actividad, superando con mucho en jornales a los restantes meses. Además de Eduardo Gutiérrez, que fue prácticamente el encargado de la obra, hubo otro, Francisco Álvarez, que le sustituyó al final, desconozco las razones.

Los carpinteros que participaron en la construcción de la plaza fueron: Manuel Pérez, Dionisio Muñoz, Ovidio Prieto y los proveedores de madera, o sea propietarios de fábricas de sierra: Alfredo Huezo Marín, Juan Gómez Plata. Estas fábricas estaban situadas en Cercedilla.

Era herrero en Cercedilla Francisco Fernández, cuyas facturas iban encabezadas por un flamante rótulo de «Taller de herrería y carretería».

Y siguiendo con las citas de oficios, el pintor de la plaza fue Miguel Río, que cobró 306,60 ptas. por su trabajo.

El arco de piedra de la puerta principal se construyó a finales del año 1922 y costó 325 ptas.

Quizás la sorpresa mayor que me he llevado al revisar los papeles, es descubrir que el sello que emplea actualmente, y ha empleado siempre la Sociedad de Mozos es el mismo que el de la Sociedad El Progreso, cambiando únicamente el nombre que va en el interior del toro, que es la forma del sello. Hay que tener en cuenta que la Sociedad El Progreso se disolvió en el año 1933 y que la Sociedad de Mozos se formó en 1949. ¿Cómo y por medio de quién se recuperó ese sello a través de 16 años? Es una incógnita que no he podido resolver. A propósito, ¿saben cuánto valió hacer ese sello en enero de 1921? Pues 7,50 ptas.

Primeros Festejos

De todos es conocido que por nuestra Plaza han desfilado destacadas figuras del toreo, pero el primer festejo reflejado en los papeles del Registro se celebró el 22 de julio de 1922 y actuaron aquel día ANGELETE y JOSITO DE MÁLAGA.

En las Fiestas de Ntra. Sra. del Rosario de ese mismo año, que se celebraron del 1 al 5 de octubre, se dieron cuatro corridas de novillos-toros, con reses de la localidad, la mitad de ellas de D. Máximo Morales Herranz y las demás de D. Manuel Martín Rubio, que fueron lidiadas por un único espada: Francisco López (PAREJITO); dichas corridas, así como todas las Fiestas fueron completamente gratuitas como consta en programa.

Durante la existencia de la Sociedad El Progreso se arrendó la Plaza en tres ocasiones, cuyos contratos se conservan. El primero de ellos fue a D. Felipe Corrales Moreno, vecino de Cercedilla y tuvo una duración de tres meses, exactamente del 26-7- l923 al 31-10-1923. EI contratista pagó 1.000 ptas. por este período, para dar espectáculos taurinos, cinematógrafo, baile, etc., debiendo dejar la Plaza a disposición del Ayuntamiento durante la semana en que se celebran las Fiestas locales (la primera de octubre). Se le prohíbe rotundamente en el contrato adquirir toros a ganaderos del Pueblo que no sean accionistas.

El segundo contrato de arrendamiento está a nombre de D. Francisco Herencia Carmona, vecino de Madrid el contrato está en forma parecida al del anterior, con algunas pequeñas variantes como son: sólo se le arrienda para espectáculos taurinos, corridas de toros, novillos, becerradas, charlotadas, rejones o similares. La segunda diferencia es que, además de dejar la Plaza libre durante las Fiestas del Pueblo, se ve obligado a traer para esas fechas a los novilleros que se le indique, pagándole el Ayuntamiento por ellos la cantidad de 960 ptas. y que dichos novilleros actuarán en traje de luces. El contrato tiene una duración de dos años, del 1-7-1924 al 1-7- l926, pagando 1.000 ptas. por cada año.

EI tercer arrendatario es D. Raimundo Serrano Fernández, vecino de Madrid, que paga 900 ptas. por el período del 1-7-1928 al 31-6-1929; las condiciones son las mismas que las del primer arrendamiento citado. En los tres contratos se hace constar el inventario de la Plaza Creo que, tras leer esta historia, cada vez que nos acerquemos a nuestra Plaza la apreciaremos un poco más.