Cercedilla Que ver
Que ver en Cercedilla
Descubre la riqueza histórica y cultural de este encantador pueblo de montaña. Sumérgete en su arquitectura tradicional y admira la belleza de su entorno.
Patrimonio cultural en Cercedilla
Visitar Cercedilla es sumergirse en un viaje a través de la historia. Desde sus antiguas calzadas y puentes romanos, pasando por la impresionante iglesia románica hasta llegar a su encantadora estación de tren del siglo XX. El encanto de lo antiguo se fusiona armoniosamente con la modernidad actual, representada por los renovados y funcionales centros culturales de la ciudad. ¡Descubre la riqueza histórica y cultural de Cercedilla en cada rincón!
Para empezar
Un poco de historia
La historia de Cercedilla se extiende a lo largo de diferentes periodos históricos,en los que el municipio ha acogido a diversos pueblos, cada uno dejando su huella en la evolución de esta localidad. Desde los tiempos del Imperio Romano hasta los cambios significativos del siglo XX, este rincón de la Sierra de Guadarrama ha sido testigo de transformaciones y episodios que han forjado su identidad única. Acompáñanos en un recorrido por los diferentes periodos que han dejado su marca en Cercedilla.
Época Romana:
El origen de Cercedilla se sitúa en la época del Imperio Romano, aproximadamente en el siglo I d.C. En este período, Cercedilla emergió como resultado de las actividades de las legiones imperiales que transitaban por la vía Antonina, una de las principales rutas de comunicación de la época. Se cree que las legiones romanas, siguiendo esta ruta que unía la ciudad de Titulcia con Segovia, se establecieron en el Valle de la Fuenfría.
Gracias a este asentamiento, los romanos construyeron diversas estructuras que todavía hoy se mantienen en cierta medida, como la calzada romana que atravesaba el Puerto de la Fuenfría y que aún hoy es visible en Las Dehesas y en el puerto. Esta calzada tenía un valor estratégico clave ya que conectaba dos de las principales arterias viales de la época, permitiendo un rápido desplazamiento de tropas y mercancías. A través de investigaciones arqueológicas y análisis históricos, se ha logrado confirmar la existencia de esta calzada y su relevancia en la red de comunicaciones romanas en la península ibérica.
Sin embargo, Cercedilla alberga más tesoros arquitectónicos legados por los romanos que perduran hasta nuestros días. Entre estos destacan los puentes, que, aunque sometidos a restauraciones, aún preservan su traza primitiva romana. Un asombroso hallazgo aguarda en pleno casco urbano, cerca de la estación: la carretera M-601 se alza sobre la antigua calzada, revelando un puente sobre el río Guadarrama de clara influencia romana. Este puente es un testimonio vivo de la ingeniería y planificación que caracterizaban las construcciones romanas, un vínculo tangible con el pasado que conecta a los habitantes modernos con aquellos que caminaron sobre estas mismas estructuras hace siglos.
Época de los Bárbaros y Árabes:
En un período de trastornos y transformaciones, la llegada de los bárbaros marcó una disolución de las estructuras sociales tardorromanas en Cercedilla. A medida que estas estructuras se desvanecían, se vislumbra un cambio en la ubicación de la población desde los alrededores de la calzada romana hacia la umbría de Siete Picos. Se ha planteado la posibilidad de que poblaciones prerromanas, en su mayoría relacionadas con la ganadería, prefirieran asentarse en áreas más propicias como la zona regada por el arroyo llamado «regato del puerto» y los linares en dirección a Camorritos. Este traslado es un testimonio de cómo las dinámicas poblacionales y los recursos naturales influenciaron los patrones de asentamiento y estilo de vida en la región.
En este escenario, la presencia árabe dejó una huella más elusiva pero no menos significativa. Aunque las evidencias materiales son limitadas, las referencias históricas subrayan el paso de las tropas musulmanas a través del cercano Puerto de Tablada. Esta referencia histórica agrega capas a la narrativa de Cercedilla y su conexión con acontecimientos históricos de mayor alcance.
Un elemento importante en este período es la reubicación del núcleo de población alrededor de la iglesia parroquial de San Sebastián. Este cambio en el asentamiento podría haber tenido raíces en necesidades defensivas, como la vigilancia del valle. La planta de la iglesia, aunque transformada a lo largo del tiempo, sugiere su construcción inicial en el siglo XII, lo que posiblemente la vincula con la Edad Media y, quizás, un origen militar en la época musulmana.
Este intrigante período de transformación y migración nos recuerda que la historia es un tapiz complejo en el que las culturas se entrelazan y las decisiones de los habitantes antiguos siguen resonando en el presente de Cercedilla.
Reconquista Cristiana y Disputas Territoriales:
La historia de Cercedilla cobra protagonismo en un momento trascendental: la Reconquista cristiana que siguió a la caída de Madrid en manos de Alfonso VI en el año 1065. En este contexto, el paso por la Sierra de Guadarrama adquirió una importancia vital para los segovianos, ya que este camino facilitaba la repoblación de la región recién conquistada. Esta repoblación no solo representaba un cambio en el dominio político, sino también un intento de restablecer la vida y la actividad en una tierra afectada por conflictos y tensiones.
No obstante, esta época de repoblación no estuvo exenta de disputas y controversias. Una prolongada contienda surgió sobre la propiedad de estas tierras, con Madrid y Segovia como principales contendientes. Durante años, las dos ciudades lucharon por reclamar el control de este estratégico territorio. Finalmente, fue Alfonso X El Sabio quien, con su intervención, marcó un punto de referencia al fundar el Real de Manzanares, incorporando a Cercedilla dentro de sus dominios. Sin embargo, esta solución aparente no resultó en una resolución definitiva.
El destino de Cercedilla siguió siendo objeto de debate a lo largo de los años. Sancho IV, en 1287, revirtió la decisión anterior y devolvió las tierras a Segovia. Pero la historia continuó su curso, y en un giro posterior, Juan I cedió las tierras a Pedro González de Mendoza y su familia, quienes estaban vinculados a la Casa Ducal de Guadalajara. Fue en este contexto que Cercedilla emergió como un modesto asentamiento, una comunidad que luchaba por afirmarse en medio de estas alternantes decisiones de poder.
La historia de Cercedilla durante la Reconquista cristiana y las subsiguientes disputas territoriales nos ilustra cómo el destino de una localidad puede quedar atrapado en la turbulencia de las decisiones políticas y las rivalidades entre ciudades. Cada cambio de manos no solo dejó huellas en el paisaje, sino también en la identidad y el carácter de los habitantes de Cercedilla, moldeando su camino hacia la consolidación como una entidad propia y distinta en el mapa histórico de España.
Siglo XVI: Aumento del Tránsito y Referencias Literarias:
El siglo XVI marcó un punto de inflexión en la historia de Cercedilla, ya que fue en esta época cuando la localidad comenzó a dejar rastros más sólidos en los registros históricos. Un importante observador de la época, Fernando Colón, mencionó a Cercedilla en su obra «Cosmografía», escrita entre 1517 y 1523, describiéndola como «lugar de treinta vesynos». Este registro literario es un valioso testimonio de la existencia de Cercedilla en ese momento y nos permite entrever la creciente importancia de esta localidad.
Uno de los factores que contribuyó a este crecimiento fue el aumento constante del tránsito por la calzada de la Fuenfría. Esta vía de comunicación no solo facilitaba el paso a través de la sierra, sino que también generaba un flujo constante de personas y actividad económica en la región. Para el año 1530, el censo reveló que la población había alcanzado los 122 vecinos, lo que refleja el impacto del tránsito y la conexión de Cercedilla con rutas importantes.
Además de su papel como punto de paso crucial, Cercedilla comenzó a ganar renombre como una parada esencial para las comitivas regias que se dirigían de Madrid a Valsaín. En este último lugar, Carlos V había construido una caseta de caza que Felipe II transformó en palacio en 1561. Este hecho impulsó aún más la relevancia de Cercedilla, consolidando su posición como una ubicación estratégica en el itinerario real.
Referencias Literarias y Desarrollo Económico:
La presencia literaria también dejó su marca en Cercedilla durante este período. Autores destacados como Quevedo y Cervantes hicieron menciones en sus obras que vinculan a la localidad con su narrativa. En «Rinconete y Cortadillo», una novela cervantina, uno de los personajes describe a Cercedilla como «natural de la Fuenfrida, lugar conocido y famoso por los ilustres pasajeros que por él de continuo pasan». Se puede encontrar además una referencia a Cercedilla en la obra de “El Buscón” de Quevedo, en la que el protagonista pasa una noche en una posada de la misma en su camino hacia Segovia, allá por el año 1600. En una época en la que los escritos eran una ventana a la realidad y la imaginación de los lectores, estas referencias literarias contribuyeron a la percepción y la identidad de Cercedilla en la conciencia colectiva.
Por otro lado, el desarrollo económico de la época, más allá de tratarse de un punto de paso cada vez más importante, se cimentó en la explotación cuidadosa de los bosques del Monte Pinar y Agregados. La producción de leña, carbón vegetal y madera para la construcción era una fuente clave de ingresos para la comunidad. Sin embargo, la agricultura se mantenía en niveles modestos, como se evidencia en el hecho ocurrido en 1580, cuando el Consejo de Castilla autorizó a Cercedilla a comprar y sacar trigo, pan y cebada de la ciudad de Segovia, ya que su producción de cereal era insuficiente.
Siglo XVII y XVIII: Privilegios y Notoriedad Real:
El siglo XVII trajo consigo importantes hitos para Cercedilla. En 1630, el rey Felipe IV otorgó a la localidad el privilegio de villazgo. Este estatus confería a Cercedilla el derecho a designar sus propias autoridades locales y a mantener una serie de instituciones judiciales, como la cárcel y la horca. Este reconocimiento real no solo dotó a la comunidad de un mayor grado de autonomía, sino que también consolidó su papel en la estructura política y administrativa de la época.
Sin embargo, la influencia de la realeza no se detuvo ahí. Un evento que dejó una huella perdurable fue la culminación de las obras del nuevo Palacio de La Granja en el siglo XVIII. Durante el periodo entre 1728 y 1730, en la era de Felipe V, se llevó a cabo la renovación integral de la calzada y los puentes romanos, rectificando en parte su recorrido. Este proyecto tuvo un impacto directo en Cercedilla, ya que la localidad se convirtió en una parada ineludible para las comitivas regias y la Guardia de Corps del monarca. La renovada conexión con la ruta real reforzó la importancia de Cercedilla como un punto crucial en el itinerario y fortaleció su vínculo con la realeza.
Así, este período histórico consolidó la posición de Cercedilla como un lugar de relevancia histórica y real, sentando las bases para su continuo desarrollo en las décadas y siglos venideros.
Siglo XVIII: Cambios y Nuevos Desafíos:
A medida que el siglo XVIII avanzaba, Cercedilla continuó su evolución. Seguía siendo un centro de actividad, pero experimentó un declive a medida que avanzaba la centuria. La apertura de la nueva vía de Navacerrada en 1793 bajo el reinado de Carlos III desvió la atención de las comitivas reales hacia La Granja de la calzada de la Fuenfría, afectando así la vitalidad económica de Cercedilla.
En 1799, Cercedilla sufrió una reforma importante cuando se integró en la provincia de Madrid, dejando atrás su larga afiliación a Guadalajara. Esta transición refleja los cambios políticos y administrativos que afectaron la configuración territorial de la época.
Siglo XIX: Renovación Ferroviaria y Nuevas Perspectivas:
El siglo XIX marcó una época de profundos cambios y revitalización en Cercedilla, impulsados en gran medida por la llegada del ferrocarril y sus consecuencias socioeconómicas. En 1888, con la inauguración del nuevo trazado ferroviario de Villalba a Segovia, que incluía una parada en Cercedilla, la localidad experimentó un resurgimiento de su importancia. La llegada del tren tuvo un impacto significativo en la localidad, alterando su paisaje, su dinámica económica y su relación con el entorno.
La construcción y operación del ferrocarril transformó Cercedilla en un punto estratégico de comunicación, conectándola de manera más eficiente con Madrid y otras localidades circundantes. Esto no solo facilitó el acceso de los madrileños a la belleza natural de la Sierra de Guadarrama, sino que también fomentó la llegada de turistas y excursionistas ávidos por explorar el entorno montañoso. La estación de tren se convirtió en una puerta de entrada crucial para los visitantes, propiciando un auge en el turismo y, por ende, un crecimiento en la economía local.
La llegada del ferrocarril generó un cambio en la estructura económica de Cercedilla. La industria maderera, que había sido un pilar importante en siglos anteriores, comenzó a ceder su prominencia a medida que el turismo y el comercio se fortalecían. La demanda de servicios relacionados con el turismo, como alojamiento, restaurantes y actividades recreativas, creció de manera constante, brindando nuevas oportunidades de empleo y crecimiento económico a la comunidad local.
La transformación socioeconómica también tuvo un impacto en la arquitectura y el paisaje urbano de Cercedilla. La llegada de turistas y la necesidad de infraestructuras adecuadas llevaron a la construcción de viviendas vacacionales, hoteles y otros establecimientos relacionados con la hospitalidad. Estos cambios físicos reflejaron la evolución de la localidad de un centro basado en la explotación de recursos naturales a un destino turístico en expansión.
Con el tiempo, Cercedilla se convirtió en un foco de atracción turística, respaldado por la creación de la Sociedad para el Estudio del Guadarrama. Los pinares de Cercedilla, el entorno natural y los efectos saludables de la región se volvieron atractivos para los visitantes, consolidando la posición de la localidad como un destino de interés.
En resumen, el siglo XIX trajo consigo una renovación profunda en Cercedilla, en gran parte impulsada por la llegada del ferrocarril. Este nuevo medio de transporte abrió puertas a una era de crecimiento económico, desarrollo turístico y cambios en la estructura social. La transformación de Cercedilla en un centro turístico clave en la Sierra de Guadarrama perdura hasta nuestros días como un testimonio de su capacidad de adaptación y prosperidad a lo largo de los siglos.
Siglo XX: Desarrollo Turístico y Crecimiento:
El siglo XX continuó viendo el desarrollo de Cercedilla como un destino turístico destacado. La construcción de infraestructuras recreativas, refugios, atracciones científicas y actividades alternativas como el alpinismo contribuyeron a diversificar las opciones para los visitantes. Para el año 1900, la población de Cercedilla había crecido a 1,187 habitantes, y personalidades notables como Santiago Ramón y Cajal, Joaquín Sorolla y Eulogio Varela se contaban entre los residentes temporales.
El 12 de julio de 1923 marcó un hito crucial con la inauguración del primer tramo del ferrocarril eléctrico de vía estrecha del Guadarrama, conectando la estación de Cercedilla con el Puerto de Navacerrada. La presencia de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia realzó el evento, señalando la importancia de esta nueva vía de transporte. Este acontecimiento dio lugar a una rápida expansión del Puerto de Navacerrada como centro recreativo de montaña. En consecuencia, Cercedilla experimentó un crecimiento notable y dio la bienvenida a la apertura de numerosas instalaciones a lo largo de las décadas.
La década de 1920 marcó un período de iniciativas constructivas significativas. Emblemáticas adiciones como la Plaza de Toros, la Central Eléctrica Municipal y las Escuelas municipales en 1925, el depósito de agua en torno a 1930, y el alcantarillado en 1934, modelaron el entorno urbano de Cercedilla. La década de 1950 se destacó con la construcción de la presa municipal de Las Berceas, seguida por la presa de Navalmedio en 1968. En 1971, el nuevo Ayuntamiento y la Biblioteca Municipal consolidaron la infraestructura local, mientras que el parque de Pradoluengo y el Parque Recreativo de Las Berceas se convirtieron en lugares de esparcimiento en 1978. El año 1980 trajo consigo avances cruciales, desde la instalación del puesto de la Guardia Civil hasta la apertura de un Centro de Formación Profesional y el centro de Salud.
En la actualidad, Cercedilla brilla como uno de los destinos más visitados en la Sierra de Guadarrama. Al igual que sus localidades vecinas, Cercedilla ha evolucionado a lo largo de los años, dejando atrás su legado basado en la explotación maderera para abrazar el turismo como su principal fuente de ingresos y la esencia de sus actividades. Esta transformación refleja la capacidad de Cercedilla para adaptarse y prosperar, mientras mantiene viva su rica historia y su espíritu acogedor para quienes desean explorar su entorno y disfrutar de su encanto.
Patrimonio de Cercedilla
Visitar Cercedilla es como abrir un libro de historia y sumergirse en sus páginas más fascinantes. Desde los antiguos caminos y puentes romanos que aún se conservan, hasta la majestuosa iglesia románica y la encantadora estación de tren del siglo XX, cada paso en esta localidad te transporta a través del tiempo. Pero no te equivoques, Cercedilla no es solo un lugar de pasado, también es un destino moderno y vibrante. Sus centros de cultura restaurados y prácticos son ejemplos perfectos de cómo se ha adaptado al presente sin perder su encanto histórico. Descubre la riqueza de Cercedilla y deja que su historia cobre vida en cada esquina.
Iglesia parroquial de San Sebastián
En la parte más alta del núcleo histórico de Cercedilla se ubica esta iglesia consagrada a San Sebastián, uno de los patronos del municipio.
Este edificio religioso es de estilo románico tardío y presenta una planta con forma de cruz latina, constando de una única nave. Su construcción se remonta al comienzo del siglo XIII. A lo largo de los siglos posteriores, se le añadieron elementos arquitectónicos adicionales, como la torre del campanario que se erigió en el siglo XV, así como el pórtico, cuya construcción tuvo lugar entre los siglos XVI y XVII.
Dentro del templo, resaltan varios elementos notables, como la pila bautismal, el crucero que alberga la sacristía, la capilla que alberga la imagen del Cristo de la Clemencia y el retablo de estilo churrigueresco que adorna la cabecera del edificio.
La Fábrica de la Luz
En la carretera de las Dehesas se localiza la antigua central hidroeléctrica que suministró energía eléctrica a las calles y hogares de Cercedilla durante más de medio siglo. Este tesoro del patrimonio industrial conserva tanto su estructura como la maquinaria original de la época, destacando especialmente por contar con un conjunto electromagnético completamente nacional.
Inaugurada en 1925, esta central fue una iniciativa impulsada por el ayuntamiento para generar energía de manera pública y así contrarrestar los aumentos en las tarifas impuestos por la empresa proveedora de electricidad del municipio. Actualmente, la Fábrica de la Luz ha sido transformada en un centro de interpretación de la energía hidráulica, provisto de material didáctico, experiencias interactivas y maquetas ilustrativas. A lo largo del recorrido, los visitantes tendrán la oportunidad de explorar la historia de la central, comprender cómo y por qué fue construida.
Museo de esqui de Cercedilla
El esquí en España comenzó en las laderas cercanas a Cercedilla alrededor de 1903, cuando González de Amezúa y el noruego Birgen Lorensen empezaron a esquiar con esquís de madera en el Ventorrillo. Cercedilla ha sido un punto clave en el esquí español, con 29 campeones nacionales y dos medallas olímpicas: el oro de Paquito Fernández Ochoa en Sapporo ’72 y el bronce de Blanca en Albertville ’92.
El Museo ofrece una presentación moderna con elementos audiovisuales, escenografías y objetos históricos. Los visitantes pueden explorar la evolución de los esquís, desde los rudimentarios de madera hasta los avanzados diseños actuales. También pueden ver cómo esquiaban las mujeres pioneras y conocer la historia del Batallón Alpino durante la Guerra Civil. La planta superior se enfoca en los inicios de la estación de esquí en Puerto de Navacerrada en los años 50 y en la vida de Paquito Fernández Ochoa, incluyendo sus victorias y su dedicación a promover el esquí en España.
Calzada Romana y puentes
Ubicada en la porción más septentrional del Valle de La Fuenfría y en el corazón del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, esta antigua Calzada Romana yace superpuesta sobre la actual carretera M-966 durante gran parte de su trazado. A pesar de esta superposición, todavía conserva segmentos visibles que se extienden a lo largo de aproximadamente 2,25 kilómetros.
Dentro del Valle de la Fuenfría, los visitantes podrán maravillarse ante tres de los cuatro puentes romanos que perduran en la región: el Puente de la Venta, el Puente del Descalzo y el Puente de En medio. Por su parte, el puente del Molino o del Reajo se encuentra en las cercanías de la estación de RENFE.
Centro Joaquin Sorolla
El Centro Cultural Joaquín Sorolla de Cercedilla es un edificio histórico que data del siglo XIX. Es una muestra de la arquitectura serrana, que se caracteriza por sus fachadas de piedra y sus tejados de teja plana. El edificio destaca por su esgrafiado segoviano, una técnica decorativa que consiste en realizar incisiones en la pared para crear dibujos. El esgrafiado segoviano está en desuso, por lo que el Centro Cultural Joaquín Sorolla es un ejemplo único de esta técnica.
El edificio fue restaurado recientemente y, en la actualidad, sirve de Escuela de Música y de Centro de Información de Juventud. Es un espacio cultural importante para Cercedilla, ya que ofrece a los ciudadanos una amplia gama de actividades culturales y educativas.
Ermita de Santa Maria
Construida en el siglo XVII (aunque se cree que existió una ermita previa), ha pasado por varias reconstrucciones. La última y más amplia tuvo lugar en 1955. Anualmente, el 8 de septiembre, la ermita acoge a los habitantes en la tradicional Romería en Honor a la Natividad de Nuestra Señora.
La ermita es un edificio de estilo barroco, con una sola nave y un ábside semicircular. La fachada principal está dividida en dos cuerpos por un frontón triangular. En el cuerpo inferior se encuentra la puerta de entrada, que está flanqueada por dos columnas toscanas. En el cuerpo superior se encuentra una hornacina que alberga una imagen de la Virgen María.
La ermita de Santa María es un edificio de gran valor histórico y artístico. Es un símbolo de la identidad de Cercedilla y un lugar de culto para los vecinos del municipio.
Iglesia de Nuestra Señora del Carmen
La iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Cercedilla es un edificio religioso que data del siglo XVIII. Fue construida en el año 1730 por iniciativa de los vecinos de la localidad, que querían contar con un templo propio para rendir culto a la Virgen del Carmen.
La iglesia es de estilo barroco y está construida en piedra. Tiene una sola nave y un ábside semicircular. La fachada principal está dividida en dos cuerpos por un frontón triangular. En el cuerpo inferior se encuentra la puerta de entrada, que está flanqueada por dos columnas toscanas. En el cuerpo superior se encuentra una hornacina que alberga una imagen de la Virgen del Carmen.
La iglesia de Nuestra Señora del Carmen es un edificio de gran valor histórico y artístico. Es un símbolo de la identidad de Cercedilla y un lugar de culto para los vecinos del municipio.
La Estación de Ferrocarril de Cercedilla
Fue erigida durante el fin del siglo XIX y los inicios del XX por la Compañía de Ferrocarriles del Norte, con el propósito de servir como vínculo de comunicación entre Madrid y Segovia. Se trata de un edificio que ejemplifica las construcciones civiles de su época. Su inauguración tuvo lugar en 1923, de forma conjunta con el tramo ferroviario Cercedilla-Puerto de Navacerrada.
La estación está situada en el centro de la localidad, en la calle Emilio Serrano. Tiene dos andenes y cuatro vías.
A través de sus vías transcurre el conocido Tren de la Naturaleza, que se desplaza desde Cercedilla hasta el Puerto de los Cotos. Esta atracción tiene como objetivo fomentar el interés y el respeto por los recursos naturales de la Sierra de Guadarrama.
Centro Cultural Luis Rosales
El Centro Cultural lleva este nombre en honor a uno de los renombrados poetas que solían frecuentar Cercedilla: Luis Rosales. Desde 1998, funciona como un espacio de encuentro cultural. Aquí se resguardan diversos objetos personales del artista, como su título académico, su mesa de trabajo, su máquina de escribir y retratos. El edificio, erigido en 1921, originalmente servía como matadero municipal. Además de la colección permanente dedicada a Luis Rosales, el centro satisface diversas necesidades culturales y recreativas del municipio, albergando clases de yoga, talleres, exhibiciones de arte y conferencias.
Luis Rosales (Granada, 1910 – Madrid, 1992) formó parte de la Generación del 36 y destacó como figura de la «poesía arraigada». Integrante de la Academia de la Lengua desde 1964 y galardonado con el Premio Cervantes en 1982, Rosales mantuvo un profundo apego por Cercedilla, donde estableció su hogar en 1961.
La Plaza de Toros
La plaza de toros de Cercedilla es una plaza de toros situada en el municipio madrileño de Cercedilla. Fue construida en 1922 y tiene un aforo de 3.000 personas. Tiene una planta circular con un ruedo de 40 metros de diámetro.
La plaza de toros de Cercedilla es una de las más antiguas de la Comunidad de Madrid. Fue construida por la Sociedad del Progreso, una asociación de aficionados a los toros. La plaza se inauguró el 22 de julio de 1922 con una corrida de toros a la que asistieron el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia.
Esta popular plaza también se utiliza para otros eventos, como conciertos y festivales.
La plaza de toros de Cercedilla es un símbolo de la identidad de la localidad. Es un lugar de encuentro para los aficionados a los toros y para los vecinos de Cercedilla.
Club de Mayores de Cercedilla
El edificio del Club de Mayores de Cercedilla fue construido en 1910 como un colegio de niñas. El colegio fue fundado por la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y se llamaba «Colegio de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl». El colegio funcionó hasta 1980, cuando fue cerrado por falta de alumnos.
En 1981, el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Cercedilla y se convirtió en el Club de Mayores de Cercedilla. El club se inauguró en 1982 y desde entonces ha ofrecido una amplia gama de actividades para las personas mayores del municipio.
El edificio del Club de Mayores de Cercedilla es una construcción de estilo neoclásico. El edificio está construido en piedra y tiene una fachada de dos plantas. La fachada está decorada con pilastras, frontones y balcones. El edificio también cuenta con una biblioteca, una sala de juegos, una sala de informática y una sala de descanso.
El Lavadero público
El lavadero público de Cercedilla es fue construido en 1945 por iniciativa del Ayuntamiento de Cercedilla, que quería ofrecer a los vecinos un espacio para lavar la ropa.
El interior estaba dominado por una gigantesca pila de lavado, formada por un grueso muro de mampostería rematado por grandes piezas de granito tallado. El lavadero fue un importante lugar de encuentro para las mujeres de la zona, que se reunían allí para lavar la ropa y charlar. Incluso después de que las casas de la localidad contaran con agua corriente, el lavadero siguió siendo utilizado por las lavanderas hasta finales de los años 60.
El lavadero fue rehabilitado en 2005 y ahora funciona como sala de exposiciones y centro polifuncional. El edificio es un testimonio de la vida cotidiana de las mujeres de Cercedilla en el siglo XIX y es un símbolo de la importancia de la mujer en la historia de la localidad.