Cercedilla Patrimonio cultural
La Fábrica de la Luz
de Cercedilla
La Fábrica de la Luz es un testimonio vivo de la arqueología industrial que perdura en la Sierra de Guadarrama
Un legado centenario de Energía y Patrimonio
En el idílico pueblo serrano de Cercedilla, se encuentra un tesoro histórico que se erige como un faro en el pasado. Una pequeña central hidroeléctrica, conocida cariñosamente como la «Fábrica de la Luz,» permanece en pie desde el primer cuarto del siglo XX, un testamento al ingenio humano y la perseverancia en la búsqueda de la electrificación en tiempos de escasa iluminación. En este artículo, exploraremos la fascinante historia de esta joya histórica, sus intrincados mecanismos y su importancia en la vida de Cercedilla.
El Milagro de la Electricidad
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, encender una bombilla con solo tocar un interruptor era un lujo inalcanzable en muchos lugares, especialmente en las áreas rurales como la Sierra de Guadarrama. Es necesario mencionar además que Madrid no comenzó a suministrar la electricidad hasta 1900. Sin embargo, desde los primeros años del siglo XX, este encantador pueblo ya disfrutaba de la electricidad, un privilegio que se debió, en parte, a la presencia de notables veraneantes y residentes esporádicos, como Santiago Ramón y Cajal, Joaquín Sorolla, Eulogio Varela, Vicente Aleixandre y Luis Rosales.
Esta presencia de personalidades distinguidas se debió en parte a la llegada del tren a finales del siglo XIX, que conectó Cercedilla con Madrid, atrayendo a las clases pudientes que eligieron esta villa como destino para construir sus casas de veraneo. Para las clases humildes, el tren ofrecía una escapada temporal a la naturaleza, alejándolos del ajetreo y la contaminación de la gran ciudad.
En ese contexto, en el primer tercio del siglo pasado, los precios de la electricidad comenzaron a dispararse. El aumento de las tarifas por parte de la Sociedad Hidráulica del Guadarrama fue el punto de inflexión que llevó al Ayuntamiento de Cercedilla, bajo la alcaldía de Pantaleón de Francisco Martín, a tomar una audaz decisión: construir su propia central hidroeléctrica en el Valle de la Fuenfría, que se conocería popularmente como la «Fábrica de la Luz.»
Autoridades inauguran La Fábrica de la Luz de Cercedilla en 1925
La Apuesta del Pueblo por la Electricidad
Esta minicentral hidroeléctrica, financiada con fondos públicos, vio la luz (nunca mejor dicho) en 1925 y marcó un hito en la historia de la región al aprovechar la fuerza del agua para generar electricidad. Hoy en día, este mecanismo de transformación de la electricidad nos parece un recurso natural, pero en ese entonces, la Fábrica de la Luz representaba una revolución para un pequeño pueblo serrano como Cercedilla, que dependía en gran medida del suministro eléctrico externo. Esta fábrica funcionó incansablemente desde 1925 hasta la década de los cincuenta, experimentando un breve resurgimiento en los años setenta antes de finalmente cerrar sus puertas.
Una de las cualidades distintivas que resaltan en la Fábrica de la Luz de Cercedilla es su origen totalmente español en cuanto a su equipo electromagnético, pues todo fue fabricado en el Estado Español. Tanto la turbina como los alternadores fueron manufacturados en Madrid, mientras que el motor de barco Krupp fue fabricado en la Maquinista y Terrestre de Barcelona. Esta particularidad es poco común en centrales de su tipología y período, ya que la tendencia solía ser la importación de maquinaria desde países como Alemania o Suiza.
Explorando la Fábrica de la Luz
La Fábrica de la Luz, a simple vista, parece una modesta casa de ladrillo, en sintonía con muchas otras estructuras que aún perduran en Cercedilla. Sin embargo, su verdadero tesoro se encuentra en su interior, donde el tiempo parece haberse detenido.
Allí, la maquinaria que propulsó su funcionamiento hasta su cierre definitivo permanece en perfecto estado, como si el tic-tac del reloj se hubiera suspendido en el tiempo, a la espera de que sus interruptores vuelvan a cobrar vida en cualquier instante. En su corazón late la turbina Pelton, fabricada por Talleres Grasset en 1935, una obra maestra de ingeniería que transformaba la energía contenida en la corriente de agua canalizada en pura electricidad. Enfrente, se alza un monumental mural de controles, un recordatorio tangible de la antigüedad de las instalaciones.
Entre sus medidores y ruedas giratorias, se mantenía bajo escrutinio constante el flujo eléctrico, garantizando que esté fuera uniforme y apto para el consumo en los hogares a los que llegaba el suministro: Cercedilla y Los Molinos. Este mural de controles ha sido recientemente sometido a un ambicioso proyecto de musealización, constituyéndose como uno de los activos más sobresalientes del legado industrial de la zona occidental de la Sierra de Madrid.
El imponente motor de barco
Otro de los elementos destacados en la central es el imponente motor de barco (generador síncrono) fabricado por la empresa TEGSA, que reposa a un costado de la turbina Pelton. Esta mastodóntica máquina entraba en acción cuando el caudal del agua que llegaba a la turbina no era suficiente para generar electricidad. Este motor, movido por la fuerza del agua, era regulado por uno de los tres trabajadores encargados de mantener en marcha la Fábrica de la Luz. Los otros dos operarios desempeñaban el vital papel de mantener en perfecto estado las canalizaciones y caceras del agua, un sistema esencial para el funcionamiento de la central hidroeléctrica.
El agua, vital como elemento conductor, fluía desde la cercana presa de las Berceas, siguiendo un intrincado camino hasta los depósitos de Cerrocolgado, especialmente diseñados para abastecer a la Fábrica de Luz. A través de la Cacera de Gobenzo, la corriente acuática finalmente alcanzaba la central. Después de impulsar las palas de la turbina Pelton, el agua era liberada de nuevo en el río Guadarrama, que fluye sereno junto a las puertas de la central. A pocos pasos de la entrada de la Fábrica de Luz, aún se puede divisar el desagüe que devuelve el agua a su curso natural, un eco de su trayecto a través del proceso de generación de electricidad.
En el exterior, la vista se posa sobre un imponente tubo de escape del motor de barco, que permanece en un estado de conservación asombroso. Este gigante mecánico parece estar en espera, como si en cualquier momento pudiera volver a rugir, expulsando el humo característico de su funcionamiento.
Otros datos de interes
Durante la década de los años treinta, la Fábrica de la Luz se vio envuelta en un conflicto con la empresa privada que suministraba electricidad a Cercedilla. La disputa surgió debido a que esta última se oponía a que el Ayuntamiento utilizará las mismas canalizaciones de agua. Afortunadamente, el Ayuntamiento prevaleció en este enfrentamiento y continuó produciendo electricidad pública para el municipio de Cercedilla.
Tarifas de la Fábrica de la Luz en 1925
Las tarifas que tenian que pagar los vecinos de Cercedilla por el uso de la energia electrica producida por la central estaban condicionadas de la siguiente manera:
NÚM .1 POR TANTO ALZADO
Por una lámpara de 10 bujias: Pesetas mensuales. . . . . 2,00
Por una lámpara de 16 bujias: Pesetas mensuales. . . . . 3,00
Por una lámpara de 25 bujias: Pesetas mensuales. . . . . 4,70
Por una lámpara de 32 bujias: Pesetas mensuales. . . . . 7,50
Por una lámpara de 50 bujias: Pesetas mensuales. . . . . 9,50
Las tarifas en cuestión dan derecho a encender las lámparas únicamente por la noche.
Las lámparas serán de filamento metáíco, y en ningún caso podrá el abonado aumentar ni colocar otras de más intensidad que las contratadas.
Ecos de un Pasado Vivo
La Fábrica de la Luz es un testimonio vivo de la arqueología industrial que perdura en la Sierra de Guadarrama. En el año 2007 se hizo un importante esfuerzo de restauración y actualmente se encuentra abierta al público. Este esfuerzo de preservación es un homenaje merecido para esta pequeña central que ha pasado desapercibida durante mucho tiempo en la subida al Valle de la Fuenfría, un lugar frecuentado por quienes aman la belleza natural de la Sierra.
Cómo Llegar a la Fábrica de la Luz
La Fábrica de la Luz se encuentra en la subida al Valle de la Fuenfría. Desde la carretera, solo se divisa su tejado, pero se puede llegar a ella utilizando como referencia el soportal de madera que se encuentra a unos doscientos metros del cruce con la carretera M-622, que pasa por delante de la estación de Cercedilla. Una vez en el soportal de madera, desciende por unas escaleras hacia el río y te encontrarás frente a las puertas de la Fábrica de Luz.
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